Este proyecto nace desde la necesidad de aportar nuestro granito de arena para ayudar a construir un mundo mejor.

Nuestra historia se inicia por la visión, valentía, determinación, lucha y fe de una mujer llamada Antonia Herrero. Mi madre, que allá por los 60, escuchó a su intuición y decidió emprender en aquello que sentía hacía bien, “coser ropa para bebés de forma artesanal en punto de panal”. A partir de ahí empezó a tejer una red de mujeres que creyeron en ella y se convirtieron en sus mejores aliadas para bordar y coser cada una de las prendas y hacer posible que llegaran a manos de madres ilusionadas por vestir a sus niñas, con un jesusito elaborado con tanto amor e ilusión, y ese sueño que surgió como ella dice “de la necesidad de llenar la barriga de su familia“ sigue latente después de más de 35 años …

Su fe, generosidad y entrega en ayudar a quien lo necesitara, es la semilla que plantó en cada uno de nosotros y que ahora brota con el inicio de este proyecto.